Fuimos con The Nun a comer a uno de nuestros restaurantes favoritos. De esos a los que vamos cuando necesitamos contar con una atmosfera especial, de esas que invitan a conversar de lo que nos pasa; esos que facilitan las cosas para hablar de lo tuyo, lo mio y lo nuestro. Así de simple, así de sencillo, fuimos al Mesón Nerudiano, en Bellavista. En una palabra: Exquisito. No sólo por la increible comida y buena -no hinchapelotas- atención. Más que nada por el aire que se respira en ese enorme caserón remozado. La terraza, te hace sentir en un parque, con árboles antiguos y un aire fresco propio de toda tarde/noche veraniega que se precie de tal. En esa terraza, es como si el tiempo se detuviera, como si todo el lugar te estuviera diciendo: tómate tu tiempo, relajate y disfruta. Que nos han dicho!, si con The Nun prendemos con agua!
Si hay algo que caracteriza nuestra amistad con The Nun es que, durante los 14 años de complicidad, es que siempre -pero literalmente SIEMPRE- tenemos tema. Da lo mismo cuál sea el topic; la conversación se extiende por horas, saltando de un tema a otro y, muchas veces, de manera totalmente inconexa. Es verdad, hay cosas que mastercard no puede comprar; momentos en los que la sola conversación llena el espacio; instancias en las que uno cae en cuenta que, al final, son esos instantes los que valen la pena, los que quedan ahí, inexplicablemente grabados en el disco duro de nuestra memoría para siempre.
No hay nada más sublime que una buena conversación, de esas en las que tu interlocutor(a) no sólo realmente entiende tu punto de vista, sino que lo comparte, lo mastica y, muchas veces, lo mejora. Porque The Nun no se anda con chicas, ella "te" discute, "te" argumenta y "te" condimenta los temas con un buen par de carcajadas. Son esos momentos los que me hacen pensar en la estupidez de la mayoría de los "issues" en los que uno se gasta gran parte de su tiempo: el tonto grave de la oficina, las reuniones siempre urgentes, los distintos "eventos" y compromisos, los eteeeeerrrrrnos matrimonios, etc....Lo importante, lo que permanece, son esas instancias, en las que uno no necesita de explicaciones ni de caretas, en las que el tiempo realmente se aprovecha y en donde los consejos son realmente valiosos. Quién necesita psicologos (no ofense!), cuando se tiene a alguién que sabe que te pasa con sólo mirarte? Que sabe que teclas pulsar para sacarte la pena y con qué hacerte reir en dos segundos. Gracias The Nun. Sin ti, probablemente, nada sería lo mismo.
Ahora me apronto a recibir a otra de esas personas. The Diva. Y prepárense, porque The Diva, bueno, let´s just say that she knows how to get it all !!!!